La esclavitud de la última hora
Me gusta que me llamen de madrugada, casi hasta cuando es para darme un disgusto. La forma en que la canción que he elegido como melodía para el teléfono me […]
Me gusta que me llamen de madrugada, casi hasta cuando es para darme un disgusto. La forma en que la canción que he elegido como melodía para el teléfono me […]
Al final siempre nos tiembla el pulso. En el último suspiro, cuando ya creemos que hemos terminado, siempre hay un segundo de temblor. Y es el que se queda en […]